Regreso a clase en el Sur Global: crisis y recortes

septiembre 19, 2025
Categorías:

El regreso a clase en el Sur Global se vislumbra más desafiante que nunca. Según un análisis de El País – Planeta Futuro, existe una tormenta perfecta que amenaza el acceso a la educación de millones de niños y niñas. Se han juntado la combinación de recortes internacionales, crisis económicas persistentes y desastres naturales

Más de 278 millones de menores podrían quedar desescolarizados para 2026 si no se corrige el déficit en financiación al desarrollo y la ayuda humanitaria. Unicef estima que la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) dedicada a educación sufrirá una reducción. Aproximadamente será de 3.200 millones de dólares, equivalente al 24 % de lo recibido en 2023. Las regiones más afectadas serán África Occidental y Central, Oriente Próximo, y partes de Asia. Lugares donde además confluyen violencia, pobreza extrema y eventos climáticos cada vez más frecuentes.

El artículo detalla cómo los desastres naturales —inundaciones, lluvias torrenciales— han destruido infraestructuras educativas o las han convertido en refugios temporales, lo que retrasa el inicio del curso escolar. En el Sahel, por ejemplo, escuelas han cerrado o quedan inaccesibles, y millones de niños y niñas corren el riesgo de perder días o meses de educación formal.

Asimismo, los recortes internacionales impactan directamente en la educación en emergencias (EeE), un componente crítico para zonas afectadas por crisis humanitarias. Estas emergencias educativas no logran recaudar lo necesario; apenas cubren una pequeña fracción de las necesidades identificadas, lo que deja a muchos menores sin opciones para continuar aprendizaje cuando se enfrentan a condiciones adversas.

La crisis económica enlentece también la capacidad de las familias para cubrir costos asociados a la educación: transporte, materiales, uniformes, alimentos. Muchas se encuentran forzadas a elegir entre lo esencial para sobrevivir y el derecho básico de que sus hijos e hijas asistan a clases. En lugares donde la infraestructura escolar está dañada o destruida, el desplazamiento y la inseguridad incrementan aún más los obstáculos.

Frente a este panorama, es urgente que la comunidad internacional recupere compromiso y financiación clara y sostenida para la educación. Aumentar los recursos de cooperación internacional, fortalecer la inversión en educación en emergencias y proteger los sistemas educativos locales puede marcar la diferencia entre un año más de desigualdad o la defensa real del derecho a la educación.

El regreso a clase en el Sur Global no debe transformarse en una promesa rota. Defender la educación es defender el futuro.

Accede a la noticia